PROCESO DE ADQUISICIÓN
Compra la hectárea. Es suya.
Si quiere adquirir una hectárea con la gestión administrada desde cero o una que ya está en marcha, deberá hacer el proceso de compra que tenemos armado.
¿Cómo funciona esto? Hay una familia (Chandler Orchards) que es dueña de un predio de 2500 hectáreas en Valle Central, Mendoza. Sobre estas hoy, Enero 2025, hay plantadas unas 220 hectáreas que pertenecen a distintos inversores.
A nivel jurídico, la familia puso dichos terrenos a disposición de un fideicomiso que tomó el control de estas. En la práctica, se hizo un fideicomiso por grupo de hectáreas cuyo sembrado fue en el mismo año. Estás 220 hectáreas se dividen hoy en tres fideicomisos, uno 2010 (año de plantación), 2011 y 2012.
Ud. puede adquirir cualquiera de estas hectáreas que esté a la venta, o bien comprar una hectárea desde cero, es decir la hectárea nueva con toda la infraestructura arriba y la gestión. Desde cero es una forma de decir, ya que se colocan plantines que tienen 1 año, para correr menos riesgo, en el período más crítico, que es el inicio.
El fideicomiso es una estructura eficiente en impuestos que permite a un grupo diverso de inversionistas emprender un proyecto agrícola común con la máxima seguridad para todos los involucrados. La propiedad de la tierra es propiedad de un fideicomisario y está separada de la empresa administradora, lo que garantiza la inversión en todo momento.
Cada hectárea de la plantación está medida, identificada y numerada en la mensura del campo.
Cuando un inversor forma parte del proyecto le asignamos su hectárea y va a escriturar esa hectárea a futuro. Pero mientras dura el fideicomiso trabajamos como una sola unidad operativa. Un inversor que participa con 1 hectárea en un fideicomiso con 100 hectáreas va a pagar el 1% de los gastos y recibir 1% de la cosecha total sin importar cuánto rindió su hectárea en particular.
Lo que se entrega al inversor es un Boleto de Compra-Venta por cada hectárea que compra. Este boleto es el que puede escriturarse a futuro. Esta operación se hace en una escribanía, garantizando la veracidad de la información de ambas partes.
Para el caso de la Gestión Administrada, se forma otro fideicomiso, quien es el que se encargará de llevar adelante todas las tareas que tengan que ver con las plantaciones, incluyendo la exportación y envío del dinero al inversor.
Durante el proceso de crecimiento hay hectáreas que pueden producir más o menos, pero a través de este sistema, cada inversor cobra el promedio del campo entero. Al finalizar los 20 años todas las hectáreas habrán emparejado su producción en el punto máximo.
La estructura es extremadamente líquida, ya que los inversores son libres de transferir su participación en el fideicomiso en cualquier momento a través de un contrato y simplemente notificando al fiduciario el cambio en la propiedad. Esto permite que la propiedad cambie de manos sin la necesidad de pagar impuestos de registro de la propiedad o gastos de notario público.
En resumen, un inversor obtiene un boleto de compra - venta que a la vez incluye su participación del fideicomiso, dueño de las tierras plantadas, y firma por un segundo fideicomiso que se refiere a la gestión administrada sobre cada hectárea, lo cual implica el pago anual del costo de esta administración. Dicho pago se deducirá de lo que obtiene la persona, cuando la producción supere el costo mínimo por hectárea.
Como ha visto, solo se sienta a descansar y esperar el fruto de su inversión. Claramente le he contado en forma muy escueta y resumida todos los trabajos que se realizan diariamente para no abrumarle con tanta información. Puede elegir la opción del menú cómo es la plantación para obtener más información.
Cada hectárea de la plantación está medida, identificada y numerada en la mensura del campo.
Cuando un inversor forma parte del proyecto le asignamos su hectárea y va a escriturar esa hectárea a futuro. Pero mientras dura el fideicomiso trabajamos como una sola unidad operativa. Un inversor que participa con 1 hectárea en un fideicomiso con 100 hectáreas va a pagar el 1% de los gastos y recibir 1% de la cosecha total sin importar cuánto rindió su hectárea en particular.
Lo que se entrega al inversor es un Boleto de Compra-Venta por cada hectárea que compra. Este boleto es el que puede escriturarse a futuro. Esta operación se hace en una escribanía, garantizando la veracidad de la información de ambas partes.
Para el caso de la Gestión Administrada, se forma otro fideicomiso, quien es el que se encargará de llevar adelante todas las tareas que tengan que ver con las plantaciones, incluyendo la exportación y envío del dinero al inversor.
Durante el proceso de crecimiento hay hectáreas que pueden producir más o menos, pero a través de este sistema, cada inversor cobra el promedio del campo entero. Al finalizar los 20 años todas las hectáreas habrán emparejado su producción en el punto máximo.
La estructura es extremadamente líquida, ya que los inversores son libres de transferir su participación en el fideicomiso en cualquier momento a través de un contrato y simplemente notificando al fiduciario el cambio en la propiedad. Esto permite que la propiedad cambie de manos sin la necesidad de pagar impuestos de registro de la propiedad o gastos de notario público.
En resumen, un inversor obtiene un boleto de compra - venta que a la vez incluye su participación del fideicomiso, dueño de las tierras plantadas, y firma por un segundo fideicomiso que se refiere a la gestión administrada sobre cada hectárea, lo cual implica el pago anual del costo de esta administración. Dicho pago se deducirá de lo que obtiene la persona, cuando la producción supere el costo mínimo por hectárea.
Como ha visto, solo se sienta a descansar y esperar el fruto de su inversión. Claramente le he contado en forma muy escueta y resumida todos los trabajos que se realizan diariamente para no abrumarle con tanta información. Puede elegir la opción del menú cómo es la plantación para obtener más información.