TU LEGADO
Las plantaciones se heredan
Es natural, que se pregunte, a qué se refiere este título u opción del menú. Aquí le quiero mostrar cómo puede tomar este tipo de inversiones como si fuera su seguro de retiro, una jubilación.
En el caso de un seguro de retiro, ud. aporta un monto durante toda su vida laboral. La misma se va capitalizando, año tras año. Cuando llega a la edad habilitada, podría ser los 72 años o algo parecido, podrá ir recibiendo de ese capital, una especie de cuota, mes a mes, que oficia de mantenimiento de su vida, pero ya sin trabajar, o sea retirado.
Un simple ejemplo en USA. Supongamos que una persona contribuye $200 mensualmente a una cuenta IRA durante 35 años. Asumiendo una tasa de rendimiento anual promedio del 7%, al final de los 35 años, el saldo total en la cuenta sería aproximadamente $281,000. Al retirarse, si esta persona decide distribuir el saldo de su IRA a lo largo de 20 años, la distribución mensual aproximada sería alrededor de $1,170.
Esto nos permite inferir, que necesité poner u$s 200 x 35 años x 12 meses = u$s 84.000
Este dinero, es lo que puse en total, y tuve que esperar 35 años de trabajo, y hasta los 72 años para recién obtener aprox. u$s 1.000 al mes.
Con nuestras inversiones, pone solo (ejemplo) u$s 17.000 , espera solo 16 años, y obtiene el mismo resultado. es decir:
Para el caso local de Argentina, históricamente, hemos visto como nuestra jubilación ha quedado totalmente diezmada por las gestiones gubernamentales, que no se basan en una capitalización, sino en intereses políticos que han dejado estas percepciones mensuales, en valores ridículos.
Sin duda, optar por un seguro de retiro, basado en la inversión de hectáreas de frutos secos como el nogal o pistacho, es su mejor decisión, lejos.
Un simple ejemplo en USA. Supongamos que una persona contribuye $200 mensualmente a una cuenta IRA durante 35 años. Asumiendo una tasa de rendimiento anual promedio del 7%, al final de los 35 años, el saldo total en la cuenta sería aproximadamente $281,000. Al retirarse, si esta persona decide distribuir el saldo de su IRA a lo largo de 20 años, la distribución mensual aproximada sería alrededor de $1,170.
Esto nos permite inferir, que necesité poner u$s 200 x 35 años x 12 meses = u$s 84.000
Este dinero, es lo que puse en total, y tuve que esperar 35 años de trabajo, y hasta los 72 años para recién obtener aprox. u$s 1.000 al mes.
Con nuestras inversiones, pone sólo (ejemplo) u$s 17.000 , espera sólo 16 años, y obtiene el mismo resultado. es decir:
Para el caso local de Argentina, históricamente, hemos visto como nuestra jubilación ha quedado totalmente diezmada por las gestiones gubernamentales, que no se basan en una capitalización, sino en intereses políticos que han dejado estas percepciones mensuales, en valores ridículos.
Sin duda, optar por un seguro de retiro, basado en la inversión de hectáreas de frutos secos como el nogal o pistacho, es su mejor decisión, lejos.
El legado
Es natural, que como padres, siempre tengamos en nuestro pensamientos, el cuidado de nuestros hijos o cónyuges. Siempre tratamos de protegerlos, y como parte de esta emocionalidad, intentamos armar proyectos que los protejan a futuro.
Y es normal, que pensemos en ellos, en qué pasará cuando no estemos. Es por eso, que a cierta edad, pensamos en transferir propiedades (si tenemos la suerte de tener alguna), o de pasar la posta en nuestra empresa, o bien de que nuestros hijos, puedan continuar algún negocio que hemos forjado.
La longevidad de los árboles de pistacho o nogal, hace que indefectiblemente, los mimos seguramente permanezcan de pie y produciendo luego de nuestra partida. Estos árboles pueden llegar a vivir 200 a 400 años. Más allá de que su producción decaiga en la vejez, seguirán activos por mucho tiempo.
Si vemos a estas inversiones como negocios longevos, estamos diciendo que estamos armando nuestro legado para que pueda llegar a nuestros hijos, para que ellos tengan un cimiento financiero que les de beneficios.
Las hectáreas son transmisibles a los beneficiarios dispuestos por el titular, normalmente cónyuge e hijos son lo tradicional. Sin embargo, un titular, al tratarse de un fideicomiso, podrá seleccionar otras personas como beneficiarias. Siempre y cuando las leyes del momento lo permitan.
En fin, la inversión en nuestras hectáreas, arman su legado por mucho tiempo y generaciones.
El legado
Es natural, que como padres, siempre tengamos en nuestro pensamientos, el cuidado de nuestros hijos o cónyuges. Siempre tratamos de protegerlos, y como parte de esta emocionalidad, intentamos armar proyectos que los protejan a futuro.
Y es normal, que pensemos en ellos, en qué pasará cuando no estemos. Es por eso, que a cierta edad, pensamos en transferir propiedades (si tenemos la suerte de tener alguna), o de pasar la posta en nuestra empresa, o bien de que nuestros hijos, puedan continuar algún negocio que hemos forjado.
La longevidad de los árboles de pistacho o nogal, hace que indefectiblemente, los mimos seguramente permanezcan de pie y produciendo luego de nuestra partida. Estos árboles pueden llegar a vivir 200 a 400 años. Más allá de que su producción decaiga en la vejez, seguirán activos por mucho tiempo.
Si vemos a estas inversiones como negocios longevos, estamos diciendo que estamos armando nuestro legado para que pueda llegar a nuestros hijos, para que ellos tengan un cimiento financiero que les de beneficios.
Las hectáreas son transmisibles a los beneficiarios dispuestos por el titular, normalmente cónyuge e hijos son lo tradicional. Sin embargo, un titular, al tratarse de un fideicomiso, podrá seleccionar otras personas como beneficiarias. Siempre y cuando las leyes del momento lo permitan.
En fin, la inversión en nuestras hectáreas, arman su legado por mucho tiempo y generaciones.